Brielle a sus 22 años ya lo había perdido casi todo. Su hogar, su familia y sus mas atesorados sueños. Al estar en el momento y el lugar equivocado un viento lo demasiado fuerte en forma de remolino destruyó todo a su paso incluyendo su vida. Este fenómeno tenia un nombre el cual se escuchaba en todos los medios alrededor del mundo en sus respectivas lenguas y el cual no quería ser oído por Brielle jamás y este era: Irma. Perdida en la desolación colgaba de su cuello una cruz la cual la asomaba a un sentimiento confuso qué de cierta manera le aportaba seguridad. Anhelando mas, emprende un viaje que se asemejaba a la búsqueda de una botella de agua en el mar.
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