El objeto como tal, desde sus formas primigenias, posee un carácter trascendental, como el complemento constante que corresponde al sujeto. En su designación, cada objeto posee un aura particular, la cual cobra un sentido definido por su uso o por su adaptación. El proyecto "Las Cosas" se compone de diversos objetos que forman parte de las posesiones materiales de mi abuelo. Desde una proyección de desplazamiento, reflexiono sobre el aura sentimental que es transferida a éstos. Como menciona Jorge Luis Borges en el poema sobre las cosas, una vez que quien les posee no se encuentra más ligado a éstas, quedan inertes, hasta que se vuelven de nuevo algo específico para alguien, quizás con una carga –o aura– distinta de la que tenían. Dispuestos en el proyecto –a través de la representación fotográfica o de manera presencial– los objetos se descontextualizan de su ambiente original para aludir, en su conjunto, a lo simbólico, a algo a través de lo cual reflexionar; así, dejan de ser objetos comunes para hablar sobre su condición propia y sobre su contextualidad. Esto permite obtener otras lecturas, otras formas distintas de ver y entender los entornos– y por lo tanto, las realidades– en los que nos encontramos inmersos.