Identidad. Que fácil que es ocultarla. Nos dicen que seamos nosotros mismos, pero al final siempre hay límites, prejuicios y normas, que poco a poco, e inconscientemente nos obligan a ponernos una máscara de felicidad. Esta máscara llena de colores y vida, intenta captar toda la atención, y lo más importante, ocultar la realidad.