Creación de un negocio aprovechando un mercado en crecimiento.
Raquel Tulk, joven emprendedora con tan solo 28 años, acaba de ser galardonada con el prestigioso premio Accolades, por la mejor idea empresarial. Todos los finalistas son seleccionados por un gran jurado compuesto por miembros de la Cámara de comercio. Una gran proeza.
Todo comenzó con una idea para un proyecto de clase, en la asignatura de Marketing de la moda en LaSalle College. Raquel y sus compañeros de clase desarrollaron una idea y la presentaron a un jurado compuesto por los principales magnates de la moda canadiense durante el evento de la Empresa. La idea era sencilla: crear una prenda de ropa interior «inteligente» que fuera moderna, antibacteriana, antipérdidas y que protegiera a las mujeres con incontinencia leve. ¿El resultado? ¡GANARON! Solo era un proyecto de clase y aunque la idea ganó el proyecto de equipo del año y un premio de 2000 $, crear la empresa real fue un reto mayor.
Después del gran triunfo, Raquel trabajó a tiempo parcial, fue a la universidad y dedicó infinidad de horas a intentar crear el negocio. Consiguió recaudar 70 000 $ en subvenciones y préstamos. Muchos jóvenes emprendedores desconocen estas posibilidades. También llamó a la puerta de laboratorios textiles, donde consiguió hacer gratis las pruebas del producto y del tejido, como pruebas de absorción y de impermeabilidad.
Luego llegó la oportunidad que había estado esperando: Dans l’oeil du dragon. Era la versión francesa de Dragon’s den, un programa televisivo en el que emprendedores con buenas ideas buscan padrinos de varios sectores para que inviertan en su empresa. ¡Funcionó! Fue al programa sin capital, sin ventas y solo con una muestra con su nombre. Usó la mayoría de las propuestas de ventas y la presentación que había resultado ganadora en el colegio. A Daniele Henkel le encantó la idea e hizo un trato. Lo que no se ve en TV: la empresa no tenía ni sitio web ni catálogo a dos semanas de la emisión. Con la ayuda de su madrina, Daniele Henkel, produjeron 1500 unidades y crearon un sitio web. «Recuerdo que el sitio estaba listo a las 19.58 y el programa comenzaba a las 20.00», comenta Raquel.
El primer pedido fue el más emocionante. Raquel y su socia seleccionaron, empaquetaron y etiquetaron todos los pedidos ellas solas. Es una excelente lección de conocer el negocio desde la base: desde el diseño hasta el servicio al cliente, han hecho de todo. Solo tardaron 8 semanas en vender completamente todas las existencias sin NINGUNA devolución. En ese momento apareció Jean-Coutu con una oferta y el resto es historia. Tenían que aprovechar la publicidad del programa y mantener el ritmo de este nuevo pedido, por lo que se centraron en el marketing y el envasado. Así llegaron a su primer millón de ventas.
La prenda interior, llamada DRC por entonces, se vendía por todo el país y otros vendedores empezaban a tenerla. En la actualidad, Viita está disponible en la increíble cantidad de 3000 tiendas canadienses y 5000 farmacias CVS de los EE. UU., que también ofrecen los productos a través de internet. Es impresionante, sobre todo si recordamos que se trata de una idea generada en una clase por estudiantes veinteañeros.
¿Qué te ha enseñado LaSalle College?
Cada segundo de trabajo que inviertas allí te será recompensado de alguna forma algún día. Raquel solía trabajar 17 horas al día sin pensar en ellas. En la actualidad, el éxito le permite disfrutar de días de descanso ocasionales o de vacaciones. «LaSalle me enseñó la ética profesional», afirma sonriendo.
Has tenido gran éxito y has inspirado a muchos. ¿Qué consejo le darías a los estudiantes y principiantes?
Raquel trabaja duro y se rodea de un buen equipo. «Somos una familia», comenta cuando habla de Daniele Henkel y del personal. Recomienda encontrar un lugar en una gran corporación como empresa emergente para poder ahorrar en gastos, ya que estos pueden comerse a una empresa nueva sin ventas. Rodéate de gente que sepa más que tú. Sigue tus instintos. No dudes de ti. La gente soltaba risitas cada vez que oía la palabra «incontinencia». Pero, ¿sabéis qué? La gente tiene ese problema. Es real y requiere una solución. Raquel sonríe cuando recuerda el testimonio de un hombre que comentaba el cambio radical que había experimentado la vida de su mujer con el producto, puesto que ahora salía y había recuperado la confianza en sí misma.
Publicado por LCI Education - 28 de agosto de 2015
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