Ni brujas, ni princesas

El mundo se encuentra en muchas revoluciones; la tecnología avanza cada segundo junto con la medicina, la ciencia, la ingeniería. Cada vez más y más robots están siendo programados para reemplazar humanos pero irónicamente cada vez importan más y más las personas, el material humano, como para Google, por ejemplo. Con el pasar de los días las minorías adquieren más voz, los animales obtienen más respeto y hasta derechos, la sociedad es más incluyente con las personas de diferentes preferencias sexuales y con las personas discapacitadas. Hasta la historia se está reescribiendo, pues países y ciudades que hasta hace unos ni siquiera existían, ahora están en la cima del mundo como China y Dubai. Inclusive América Latina, nombrada por los conquistadores como el “nuevo mundo” está adquiriendo liderazgo y protagonismo a nivel mundial. Hay tantos y tantos cambios en la actualidad, reglas y sobre todo estereotipos que se están cambiando, tantos, que las mujeres, no se pueden quedar atrás. El género que siempre ha sido el adorno, el premio, la ama de casa, la víctima, la débil princesa y hasta la zorra ahora se levanta con más fuerza que nunca, con más agallas, con más ganas de triunfar, liderar, superar y hacer justicia. Ellas, en pleno 2017 han dejado de ser el sexo débil para demostrar que no hay diferencias, que el abuso físico o sexual no tiene razón de ser, que laboralmente son tan capaces como cualquiera, que aún no sabemos si dios es mujer, que la fuerza no está en los testículos sino en los músculos, que con cada ciclo menstrual no se debilitan, se regeneran. Ni brujas, ni princesas es un concepto que surge tanto de la revolución femenina actual como de los estereotipos que los cuentos de hadas y las películas de Disney siembran en las niñas. Las mujeres están hechas para más que para simplemente encontrar su príncipe azul, ser violadas o asesinadas y encargarse de la limpieza. Las mujeres son guerreras que vienen a este mundo a luchar por alcanzar sus metas, cumplir sus sueños, realizarse como profesionales, emprender, liderar y sobre todo, ser felices. Se trata de ellas, las que luchan por hacer justicia, las que le dicen no al maltrato, las que crían a sus hijas enseñándoles con el ejemplo de la verraquera, la honestidad, el amor, las que son lo suficientemente valientes para enfrentarse a aquellos que aún siguen en la edad de piedra, a los que las ven solo como un instrumento sexual. Se trata de las que tienen la fuerza de arriesgarse, de ser, de vivir y de amarse tal cual como son sin importar talla, peso o aspecto físico. contacto Instagram: @Natalia4121

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