Es un concepto proveniente del Budismo, que habla de la transitoriedad y la fragilidad de lo viviente esto le permite a la sociedad japonesa afrontar la muerte y los problemas de la vida de una forma positiva, lo importante es lo que se hace estando vivos y la forma en la que cuidamos a las personas y a la naturaleza día a día. La muerte se representa de forma positiva por medio de colores complementarios y figuras geométricas que llegan a ser abstractas ante los ojos del espectador, así como el concepto de la muerte, tan individual y personal para cada uno de nosotros.